Las vacaciones escolares eran lo mejor de aquella semana,
aunque muchas veces el aburrimiento se hacía notar debido a la falta casi total
de diversiones. La radio solo ofrecía noticias y música clásica, el cine
cerrado o con películas de carácter religioso.
En la televisión los dibujos animados habían desaparecido de la
programación al igual que los concursos
y las obras de teatro que no fueran de temática religiosa, en su lugar
retrasmisiones de procesiones y los santos oficios y películas que ya nos sabíamos de memoria: “La
túnica sagrada”, “La Pasión de Jesús”, “Los diez Mandamientos", “Barrabas” etc.
etc. Por supuesto los bares cerrados o casi, persianas bajadas, todo en
silencio y los bailes prohibidos durante esos días. El juego también prohibido,
aunque "las chapas" se practicaban en clandestinidad, haciendo las autoridades la vista gorda.
El Domingo de Ramos era costumbre estrenar alguna prenda, pues decían que:"El que no estrena el Domingo de Ramos se queda sin manos", dicho que no entendiamos nadie, pero por si acaso ese dia luciamos unos calcetines nuevos. Otra costumbre casi obligatoria era visitar siete monumentos de distintas iglesias, lo que resultaba algo oscuro y tétrico, pues las imágenes de los retablos y altares habían sido tapadas con telas moradas en señal de luto y solo permanecían encendidas unas pocas velas cerca del monumento donde estaba depositada la hostia consagrada, dando al templo un aspecto fantasmagórico.
Durante el franquismo se recuperaron tradiciones religiosas que se habían perdido durante la República y la guerra civil y así muchas cofradías y hermandades volvieron a procesionar. Algunas se crearon nuevas como el caso en Palencia de la hermandad del Santisimo Cristo de la Misericordia, impulsada en 1943 por "Las Juventudes Católicas" y "La Hermandad de Excombatientes", auspiciadas por el hermanamiento que había entre el régimen y la Iglesia Católica, asi que no es de extrañar que esta cofradia nombrara "Hermano Mayor Honorario" al mismisimo dictador Francisco Franco. Por cierto hasta hace muy pocos años, esta cofradia seguia luciendo simbolos fascistas en una de sus carrozas, pero tras muchos requerimientos se consiguio que los quitasen.
Con el paso del tiempo y en especial despues de la transición, esto cambio por completo. Hoy cada uno vive la Semana Santa de una forma diferente, con libertad para hacer de este tiempo lo que le venga en gana, sin tener que estar sometido a unas imposiciones religiosas, pero respetando al que cree en ellas.
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