lunes, 25 de febrero de 2019

El Entierro de la Sardina





Queda poco para carnavales y con ello todo lo que supone fiestas, bailes, diversión y disfraces antes de que llegue la austera Cuaresma. Justo el día que empieza esta, se celebra “el Entierro de la Sardina”.

El Entierro de la Sardina consiste en parodiar un estrafalario cortejo fúnebre formado por una serie de personajes grotescos, generalmente vestidos de luto riguroso, que desfilan flanqueando un ataúd que contiene una figura de pez. Se celebra tradicionalmente el miércoles de Ceniza y en él se entierra simbólicamente al pasado representado por la figura de la sardina como símbolo del ayuno. Supone el sentir general de que no se terminen los días de Carnaval, en contraposición a la llegada de la Cuaresma.

Y, ¿porqué se celebra de esta forma? ¿Porqué enterrar una sardina?  Pues parece ser que se debe a una decisión tomada por el rey Carlos III en Madrid en el siglo XVIII.

Según una leyenda popular (hay otras versiones distintas sobre el origen de este entierro), a los mercados de Madrid llegó una partida de sardinas en mal estado. El olor y el hedor que había en la ciudad era insoportable comenzando incluso a peligrar la salubridad de la población. Carlos III proclamaría un edicto según el cual todas las sardinas podridas deberían ser enterradas en la ribera del Río Manzanares.

El lugar exacto del enterramiento no está concretado a ciencia cierta, pero seguramente fuese cerca de la actual Fuente de los Pajaritos, en la Casa de Campo, enclave donde las últimas décadas “la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina” lleva a cabo el final del Entierro de la Sardina en Madrid. En fin, un edicto para salvar la salud de los madrileños terminó con el transcurrir del tiempo convirtiéndose en una tradición del miércoles de Ceniza y del paso de Don Carnal a Doña Cuaresma.



Aparte de esta leyenda, algunos historiadores señalan que el origen de la sardina era una loncha de tocino o panceta que comían los jornaleros y trabajadores a la que llamaban sardina. Enterrarla significaba que comenzaba el tiempo de Cuaresma en el que estaba prohibido comer carne. Otros apuntan que la sardina enterrada simbolizaba el ayuno y que escogieron este pescado porque era lo que se acostumbraba a tomar a media mañana. Sea como fuere el origen, la parodia y cortejo de este peculiar entierro fue pasando a las distintas ciudades de España y a algunos lugares de Latinoamérica, llegando a celebrarse hasta la actualidad.