jueves, 13 de julio de 2023

La siega y las espigadoras

 



La siega del cereal durante siglos siempre fue lo mismo: Llegado el verano, granadas y secas las espigas, los hombres  con sus hoces  cortaban los tallos, una mano protegida por la zoqueta  o dediles de cuero grueso cogía la mies mientras que la otra la cortaba. Iban depositándola en montones llamados gavillas. Detrás venían otras cuadrillas recogiendo dichas gavillas y amontonándolas.

"Cuando Junio llega,busca la hoz y siega"

Las cuadrillas de segadores se  solían reforzar en Castilla con agosteros, generalmente procedentes de Galicia y Andalucía, que se contrataban específicamente para esta labor. Era una dura faena la de la siega, comenzaba cuando empezaba a amanecer y se dejaba al anochecer, con pequeños descansos para comer y beber, durmiendo al cielo raso o en un chozo en ruinas cercano.

Después de segada, la mies se cargaba en los carros para llevarla a la era, donde se deshacían con la horca y se tendían para que lo secara el sol y facilitase la trilla.

Las mujeres contribuían a las labores de la siega de distintas maneras: Una de ellas era la de seguir a los segadores en su trabajo y recoger las espigas sueltas que ellos habían abandonado. Era el denominado espigueo, citado ya en la Biblia en el pasaje de Los libros históricos dedicado a Ruth.


         Las Espigadoras de Jean François Millet 1857    


Las espigadoras, eran aquellas mujeres pobres que una vez realizada la cosecha, estaban autorizadas por el capataz para recoger las sobras de la recolecta diaria. Solían ir en cuadrilla, generalmente mujeres en avanzada edad que no estaban aptas para aguantar otros trabajos mucho más duros (aunque el respigar era en si  una faena muy dura).

Con un talego y unas tijeras atados a la cintura, salían al alba en busca de los rastrojos ya acarreados para recoger las espigas una a una, cortando la paja con sus tijeras y depositando las cabezas granadas en el talego. Cuando lo tenían lleno lo desocupaban en un costal y lleno este cargaban con él al hombro y regresaban a casa, donde las cabezas de las espigas serían desgranadas y aventadas en el corral o en la calle.

Con el fruto del espigueo se daba de comer a unas gallinas o se conseguían unos sacos de harina para hacer pan. Era una forma de contribuir a la precaria economía de subsistencia de aquellos tiempos.

Dentro de las canciones de trabajo del campo estaban las dedicadas a la siega. Mostramos en el video de abajo uno de los cantos de segadores más populares recogidos e interpretados por el Nuevo Mester de Juglaría. También ponemos otro video de “la canción de las espigadoras” perteneciente a la zarzuela “Doña Francisquita”.









Fuentes: Apuntes palentinos tomo 5
         Piedad Isla
         Internet

         


miércoles, 17 de mayo de 2023

¡Que llueva que llueva!

 


A pesar de los negacionistas, el cambio climático es una realidad y cada día que pasa vemos como esta situación repercute en nuestras vidas. Lo más agobiante es la escasez de agua, principalmente debido a la falta de precipitaciones.

La falta de lluvia ha ocurrido a lo largo de la historia, años en los que la sequía dejaba su huella principalmente sobre las cosechas de nuestros campos. Esto propició  que se creasen ritos religiosos con carácter agrario, manifestaciones de fe colectiva en forma de procesiones implorando agua para regar los cultivos. A estas plegarias se les llama “rogativas”.En una forma general, una rogativa es una oración pública para pedir a Dios u otra divinidad que intervenga ante una necesidad grave colectiva.

Estas rogativas no dejaban de tener un carácter mágico revestido con las formas propias del cristianismo: Uno de los cometidos que se encargaba en la antigüedad al mago de la tribu era asegurar que lloviera, porque sabían que el agua era esencial para su existencia.(No olvidarse que en las culturas primitivas se adoraba a los fenomenos naturales como la lluvia, el sol,los truenos etc..). El rol del hacedor del agua en el cristianismo lo asumió en parte el cura y en parte la representación de imágenes sagradas: Un Cristo, una Virgen o un Santo.

Estas imágenes generalmente eran llevadas por el pueblo en devotas procesiones repitiendo populares letanías o entonando sencillos cantos fervorosos para pedir la tan ansiada lluvia. A veces cuando no eran atendidas sus suplicas, se llegaba al extremo de tirar la imagen al rio.

 

“No he visto gente más bruta

que la gente de Alcocer,

que echaron el Cristo al río

porque no quiso llover.”

(Copla de la Alcarria)

 

Así pue tenemos dos formas tradicionales de rogativas: Las que se hacían en forma de letanias acompañando a la procesión y las compuestas específicamente en forma de poemas dirigidas a  los diferentes santos, vírgenes y cristos de cada lugar. Uno de los santos a los que más se acude para suplicar que llueva es a San Isidro, patrono de los labradores que además fue zahorí y pocero, es decir buscador de agua: "San Isidro Labrador, pon el agua y quita el sol".

 Otro santo al que también se le implora  mucho para que llueva es a San Marcos:

 

Que llueva, que llueva

la Virgen de la Cueva.

Los pajarillos cantan,

las nubes se levantan,

que sí, que no,

que llueva un chaparrón,

con azúcar y turron.

Agua San Marcos,

rey de los charcos,

para mi triguito

que está chiquitito,

para mi cebada,

que ya está granada,

para mi aceituna

que ya tiene una,

que sí, que no.....

 

En fin, que con creencias o no creencias mágicas o religiosas, lo importante es que llueva y que seamos responsables con el uso del agua, mirando hacia el futuro, para dejar un mundo en el que se pueda vivir sin tener que estar agobiados por la escasez de un bien tan preciado como es el agua.




 






jueves, 30 de marzo de 2023

Semana muy santa

 




Las vacaciones escolares eran lo mejor de aquella semana, aunque muchas veces el aburrimiento se hacía notar debido a la falta casi total de diversiones. La radio solo ofrecía noticias y música clásica, el cine cerrado o con películas de carácter religioso.  En la televisión los dibujos animados habían desaparecido de la programación al igual que los concursos  y las obras de teatro que no fueran de temática religiosa, en su lugar retrasmisiones de procesiones y los santos oficios y películas que ya nos sabíamos de memoria: “La túnica sagrada”, “La Pasión de Jesús”, “Los diez Mandamientos", “Barrabas” etc. etc. Por supuesto los bares cerrados o casi, persianas bajadas, todo en silencio y los bailes prohibidos durante esos días. El juego también prohibido, aunque "las chapas" se practicaban en clandestinidad, haciendo las autoridades la vista gorda.


Era una Semana Santa de los años 60 y principios de los 70  del siglo pasado, y aunque ya la dictadura empezaba a flaquear, todavía quedaban muchas prohibiciones y muchas imposiciones que había que cumplir durante esas fechas: “El entretenimiento, el ocio y la diversión  distraen de la atención especial que hay que tener en la preparación del espíritu para la Semana Santa” decía la Santa Madre Iglesia. . Así que lo que proponían era que nos quedásemos en casa, en familia rezando y que salieramos solo a los actos religiosos  y las procesiones porque eran días de recogimiento. Unos planes la mar de divertidos.....


El Domingo de Ramos era costumbre estrenar alguna prenda, pues decían que:"El que no estrena el Domingo de Ramos se queda sin manos", dicho que no entendiamos nadie, pero por si acaso ese dia luciamos unos calcetines nuevos. Otra costumbre casi obligatoria era visitar  siete monumentos de distintas iglesias, lo que resultaba algo oscuro y tétrico, pues las imágenes de los retablos y altares habían sido tapadas con telas moradas en señal de luto y solo permanecían encendidas unas pocas velas cerca del monumento donde estaba depositada la hostia consagrada, dando al templo un aspecto  fantasmagórico.

Durante el franquismo se  recuperaron tradiciones religiosas que  se habían perdido durante la República y la guerra civil y así muchas cofradías y hermandades volvieron a procesionar. Algunas se crearon nuevas como el caso en Palencia de la hermandad del Santisimo Cristo de la Misericordia, impulsada en 1943 por "Las Juventudes Católicas" y "La Hermandad de Excombatientes", auspiciadas por el hermanamiento que había entre el régimen y la Iglesia Católica, asi que no es de extrañar que esta cofradia nombrara "Hermano Mayor Honorario" al mismisimo dictador Francisco Franco. Por cierto hasta hace muy pocos años, esta cofradia seguia luciendo simbolos fascistas en una de sus carrozas, pero tras muchos requerimientos se consiguio que los quitasen.

Con el paso del tiempo y en especial despues de la transición, esto cambio por completo. Hoy cada uno vive la Semana Santa de una forma diferente, con libertad para hacer de este tiempo lo que le venga en gana, sin tener que estar sometido a unas imposiciones religiosas, pero respetando al que cree en ellas.








martes, 24 de enero de 2023

"Quien canta sus males espanta"

 


El idioma castellano es uno de los más ricos en refranes populares, la mayoría de ellos carecen de origen conocido pero son dichos que se han quedado con el paso del tiempo en la memoria colectiva del pueblo. Uno de ellos es al que nos referimos: “Quien canta sus males espanta”, que viene a significar que para aliviar los quebraderos de cabeza  y las penas, mejor estar ocioso y distraerse.

Pero en la actualidad ¿se canta para dejar los males atrás? ¿O en realidad es que no se canta casi nada en comparación con lo que se cantaba hace años?

Frecuente era oír a los obreros entonar alguna cancioncilla mientras hacían sus trabajos, o escuchar la voz melodiosa que salía por las ventanas de las casas haciendo las tareas domésticas. Y ya no digamos en el entorno rural, cada labor, oficio y época del año tenían sus músicas cantadas por el labrador o ganadero mientras hacían las faenas cotidianas.

 

Hoy en día poco se oye el canto en bares y tabernas, en las calles, incluso hasta en las casas parece que solo se escuchan las “playlist del spotify”. Las voces de los cantos de oficio, de las rondas, de los cantos de amigos a capela han dejado de sonar. ¿Será que no necesitamos el canto para manifestar nuestras inquietudes y vivencias particulares? Escuchamos mucha música si, sobre todo gracias a las nuevas tecnologías, pero cantar cantamos poco.

 

Hemos encontrado unos párrafos de un texto de Flora Thompson de la"Trilogía de Candleford" que hace alusión a lo anteriormente citado y dice asi:

"La mayoría de los hombres cantaban o silbaban mientras cavaban y sachaban. En aquellos tiempos era frecuente cantar al aire libre. Los trabajadores cantaban durante su faena; los carreteros cantaban por los caminos con la única compañía de sus caballos; el panadero, el molinero y el pescadero ambulante cantaban mientras repartían su mercancía de puerta en puerta; incluso el médico y el párroco musitaban alguna tonadilla entre dientes durante sus rondas de visitas. La gente era más pobre entonces y carecía de las comodidades, las diversiones y los conocimientos que tenemos hoy día; y a pesar de todo, eran más felices. Lo que parece sugerir que la felicidad depende en mayor medida del estado de la mente —y quizás del cuerpo— que de las circunstancias y eventos que nos rodean."