En épocas anteriores al cristianismo, el culto a la
naturaleza formaba parte de las creencias religiosas y sociales de la mayor
parte de los pueblos existentes, y así se rendía culto al árbol y en particular
a la rama del árbol como preludio a la primavera y como símbolo de fertilidad
en las celebraciones que se relacionaban con el solsticio de invierno y con el
comienzo del nuevo ciclo anual.
Este culto al ramo de árbol fue asimilado y fusionado por
la Iglesia al parecer a través de las pastoradas (pequeños autos de Navidad que
se celebraban en los atrios de las iglesias) para cantarle en los templos y en
muchos lugares rifarle durante las fiestas navideñas.
En efecto, al llegar la Navidad se preparaba este ramo,
adornándolo las muchachas del pueblo con cintas de colores y colocando en el los
dulces típicos de estas fiestas, es decir polvorones, galletas, caramelos,
manzanas y sobre todo rosquillas.
En la Misa del Gallo se presentaba el ramo en la Iglesia
pidiendo permiso al párroco, cantando canciones generalmente de ofrecimiento
del ramo ( las cuales han tomado el nombre de "ramo de Navidad") por grupos de jóvenes principalmente mujeres. Durante todas las fiestas se vendían papeletas
de la rifa y se sorteaba el ramo por lo general el día de Reyes.
“Vamos
a misa de gallo los pastores y zagales,
a
ver al recién nacido, que está entre dos animales.
En
este portal estamos, en este santo portal,
esperando
al señor cura, la licencia nos dará.
Estas
puertas son de pino, las cerraduras de plata,
la
licencia nos dará para entrar en vuestra casa.
La licencia
ya tenemos, doncellas vamos entrando
por
esta sagrada iglesia, con este florido ramo.”
(La Lastra,
montaña palentina)
Existían variantes dependiendo del lugar donde se hiciese
el ramo: en zonas de León, en vez de rama de árbol se utilizaba un esqueleto o
armazón de madera, que solía ser de forma triangular, apoyado en una vara de
madera que se colocaba en forma vertical sobre una peana que le servía de
soporte.
En
la actualidad en la provincia y sobre todo en la capital leonesa, ha vuelto a
coger mucho auge estos “ramos leoneses de Navidad”, decorándolos de diferentes
formas en lo que se ha llamado “vestir el ramo” y así no faltan lazos, cintas, mantones,
frutas y rosquillas. En el centro va un ramo de acebo, tejo, laurel u otras
ramas de hoja perenne. En la base se coloca una cesta con castañas y nueces a
modo de ofrenda.
El ramo leonés más antiguo que se conserva data del año
1882 estando expuesto en el Museo de las Alhajas de la Bañeza.
El ramo de Navidad está documentado también en Ávila,
Cantabria, Palencia, Zamora y Salamanca. En la provincia de Palencia se
localizaron estos ramos sobre todo en la zona norte, en localidades como San
Martín de los Herreros, Alba de los Cardaños, Triollo, La Lastra, Vidrieros, Camporredondo,
Lores y Velilla del Rio Carrión.
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