Está de actualidad la exhumación del cadáver del dictador
enterrado en el valle de los caídos y la utilidad que se pueda dar al complejo
que hay montado en torno a la multitud de cadáveres enterrados allí. Muchos
fueron los represaliados del ejército republicano que trabajaron y murieron en
su construcción, por lo que no es de recibo que algunos lo consideren como un
símbolo de reconciliación entre los dos bandos que lucharon en la contienda.
Cabe recordar que la guerra civil se produjo por el
levantamiento de una parte del ejército sobre el legítimo gobierno de la
república salido democraticamente de las urnas.
Pero lo nuestro son
las tradiciones y el folklore, así que vamos a escribir sobre las
canciones populares que se cantaban durante la guerra civil española.
Lo primero es decir que en ambos bandos se cantaron parecidos
o iguales temas pero cambiadas las letras de acuerdo a las ideologías de cada
uno, ya que dichas canciones eran una parte de la propaganda bélica, servían a
su vez para mantener alta la moral de la
tropa y de la retaguardia de ambos bandos. Es el caso por ejemplo de “Si me
quieres escribir” que comenzaba así:
“Si me quieres escribir, ya sabes mi
paradero
En el frente de Gandesa, primera línea de
fuego”. (Bando
sublevado)
“Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero
Tercera Brigada mixta, primera línea de fuego”. (Bando
republicano)
La
melodía estaba basada en una antigua canción de las unidades militares
españolas que combatieron en las guerras del Rif, en el norte de Marruecos.
¡Ay,
Carmela! era una canción popular del siglo XIX, que cantaban los guerrilleros
españoles que luchaban contra las tropas de Napoleón en 1808. En el transcurso
de los años su letra se adaptó a las circunstancias sociales y políticas. En la
guerra civil se cantó con diversas versiones y se la conoce con distintos
títulos como “El paso del Ebro” o “la XV Brigada Internacional.”
“El Ejército del Ebro,
rumba la rumba la rumba la.
El Ejército del Ebro,
rumba la rumba la rumba la
una noche el río pasó,
¡Ay Carmela! ¡Ay Carmela!
una noche el río pasó.”
El Café
de Chinitas fue un teatrillo o café cantante que existió en la ciudad de Málaga
entre 1857 y 1937. Era un local de pequeñas dimensiones con un pequeño
escenario famoso por sus espectáculos flamencos. Lorca recoge de unas coplillas
un episodio protagonizado por el famoso torero gaditano “Paquiro” y años más
tarde de “En el café de Chinitas” sale
“En la plaza de mi pueblo”.
“En el café de
Chinitas dijo Paquiro a su hermano
Soy más valiente que
tu más torero y más gitano”
“En la plaza de mi
pueblo dijo el jornalero al amo
Nuestros hijos
nacerán con el puño levantado”
Y
muchas más canciones a las cuales transformaron sus letras (sobre todo en el
bando republicano), para convertirse en verdaderos himnos de la contienda (El
popular Vito se transformó en “El quinto Regimiento”, “Los cuatro muleros” en
“Puente de los Franceses” o “Los cuatro generales”, “Anda jaleo” en “El tren
blindado” etc.). Hasta el batallón Lincoln adaptó una melodía del folklore
anglocanadiense como "Red River Valley" a la intervención de los
voluntarios norteamericanos en la batalla del Jarama y la llamó “Jarama song”.
El
escritor Luis Díaz Viana nos dice: “Gran
parte del Cancionero de la Guerra se alentó y difundió desde retaguardia,
contra lo que pudiera pensarse, pero, cuando el combate cesaba, las canciones
cobraban gran importancia en aquella "primera línea de fuego" de la
que nos hablan las coplas de uno y otro bando”.
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