Los bailes en formaciones circulares, están presentes en
gran parte de danzas de todo el mundo desde muy antiguamente. En Castilla y
León, el llamado por lo general baile de Rueda, tal vez sea la formación
coreográfica más antigua que se conoce.
El desarrollo de un baile de fiestas y domingos a son de la
dulzaina o flauta de tres agujeros y el tamboril, congregaba en las grandes
plazas de nuestros pueblos a bailadores y bailadoras que en giro continuo
desarrollaban los pasos y mudanzas en un baile circular que por regla general se disponía de esta
manera:
a) Un círculo interior en el que desfilan generalmente los
hombres y otro exterior en el que se sitúan las mujeres
b) El sentido del giro es el inverso al del
movimiento de las agujas del reloj
c) El baile se desarrolla en torno a elementos simbólicos:
un árbol, una fuente, un rollo, un crucero o un cántaro, los propios músicos o
las personas de justicia y autoridades
d) Una separación de las partes con redobles y paseos que
sirven de unión a las piezas de baile local
Esta forma característica de bailar es común a los grandes
bailes de rueda de plaza castellanos y leoneses y se han mantenido buenos ejemplos
en la provincia de Palencia, con especial hincapié en tierra de Campos, el
Cerrato, la Vega de Saldaña y las comarcas del Boedo y la Ojeda donde son
conocidos como “redondillas”, y tocados en ritmos ternarios. Frechilla conserva
todavía su redondilla viva (en las fiestas de San Miguel de mayo), aunque
también hubo redondillas en Villada, Fromista, Grijota, Villalcón (ejecutadas con acordeón), Guaza
(donde se ha usado tradicionalmente como pasacalles de autoridades por los
danzantes) o Abastas (donde se recuerda la redondilla de Santiago).
La
redondilla de Frechilla es quizás la pieza más conocida de la provincia
palentina y se desarrolla de la
siguiente manera:
Se forma
un corro sin un número determinado de parejas, quedando los hombres colocados
por dentro del corro, mirando a su pareja que se encuentra por fuera. Una vez
que comienza la música se empieza a bailar con paso castellano, mujeres hacia
la izquierda y hombres hacia la derecha, girando media vuelta hasta rematar el
final de la música con una vuelta a tiempo.
Con el
cambio de música se comienza a realizar puntas de jotas, dejándose caer hacia
atrás al mismo tiempo que se va girando el corro. La mujer comienza con el pie
izquierdo y el hombre con el derecho, a la vez que los brazos van acompasados
entre las parejas.
Cada
San Miguel los frechillanos cumplen con el rito de bailar su redondilla, alargándose
el baile hasta lo que aguante el cuerpo .
“Para
ser buen frechillano
hay que
nacer en Frechilla,
beber mucha
limonada
y bailar
la redondilla”
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