El "Pardal" de Medina de Rioseco |
Desde
los tiempos de los romanos, una trompeta anunciaba al pregonero que recorría
las calles para citar a las personas que reclamaban los tribunales, y con sus
toques silenciaba al pueblo, que con atención escuchaba la sentencia o las
noticias que daba dicho pregonero.
Durante
la Edad Media solían hacerse representaciones de diferentes episodios de la
vida de Jesús, en los cuales la figura del trompetero precedía a los soldados que escoltaban al
nazareno, anunciando el paso de la comitiva y abriéndose hueco entre el gentío.
Con el
paso del tiempo, hacer sonar la trompeta o la corneta, llegó a ser una costumbre entre las distintas
cofradías y hermandades y se convirtió en un toque de llamada o de aviso
para los miembros cofrades que salían en las procesiones de Semana Santa.
Dentro
de las actuales procesiones de Semana
Santa, en Castilla y León , “El Pardal” de Medina de Rioseco, “el Tararu” de
Palencia y “el Merlú” de Zamora, son ejemplos claros de los herederos de esta
tradición trompetera.
El Pardal riosecano es un instrumentista que anuncia
con su trompeta y con su sonido peculiar
de dos notas casi desafinadas, la llamada de gremios, el comienzo de la
procesión o la llegada del reo. También,
entre sus funciones, está la de acompañar a un pregonero.
Parece ser que el término Pardal procede de
un apellido local según un documento fechado en 1621. Hasta bien entrado el siglo xx, el Pardal
tocaba una especie de trompeta natural sin pistones de pequeña campana. Hoy en
día utiliza una corneta de llave.
En Zamora el Merlú es el nombre que
reciben aquellas parejas de congregantes de la Cofradía de Jesús Nazareno cuya
labor consiste en reunir a los demás hermanos para comenzar el desfile
procesional.. También serán los encargados de marcar el comienzo y final de la
procesión, así como los distintos descansos de los pasos en el transcurso de la
misma. Los avisos se realizan mediante el toque de un tambor destemplado y una
corneta con sordina.
El Tararú palentino, es el sonido lastimero de
trompeta larga que sirve de llamada de
atención o recogimiento al resto de cofrades y
parece evocar a las trompetas romanas que
anunciaban las condenas. También se denomina Tararú al penitente que toca la
trompeta en la procesión y por extensión se aplica a todos los hermanos
cofrades.
En Palencia es una tradición la llamada de
Hermanos, que consiste en que
un grupo de hermanos de cada cofradía llaman por la noche a las casas de los
cofrades con tres golpes de vara acompañados por el toque de trompeta del tararú,
para avisarles de que al día siguiente hay procesión.
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