Rollo de Ocaña (Toledo) |
La repoblación de la Península Ibérica a medida que avanzaba la Reconquista, trajo la aparición de nuevos asentamientos a los que se les dotaba de diferentes alicientes para atraer habitantes a dichos lugares. Así aparecieron los fueros, los mercados y ferias, las exenciones fiscales etc. Al crecer más estos pueblos que los de alrededor pasaban a obtener el título de villa y con ello el derecho a alojar a un representante del poder político que ejerciera de justicia sobre la comarca.
A las villas que dependían directamente de la jurisdicción del rey se las denominaba “de realengo”, y “de señorío “cuando por un decreto real el monarca delegaba el poder en un noble, que lo ejercía en su nombre. Precisamente el símbolo de ese poder delegado venía representado por el llamado Rollo de Justicia.
El rollo era un símbolo jurisdiccional que se levantaba por orden real en las villas, señalando no sólo el villazgo de la población, sino también el régimen al que se hallaba sometida (señorial, realengo o eclesiástico).
El rollo simboliza la presencia de un poder sancionador, que en los pueblos de señorío correspondía al señor del lugar, pero que en los concejos libres, donde el ejercicio de la justicia era asumido directamente por los vecinos, el rollo debió levantarse con orgullo, como certificado visible que era de la libertad del pueblo y otorgaba a sus habitantes la facultad de castigar por si mismos los delitos que se cometieran en el término, sin otras limitaciones que el respeto debido a la autoridad real.
Detalle del rollo de Villalón de Campos (Valladolid) |
En los rollos españoles hay una gran cantidad de variaciones en su estructura, pero los elementos fundamentales que lo integran suelen ser: una columna cilíndrica o poliédrica, por lo general de piedra caliza o granítica, lisa o acanalada, plantada directamente en el suelo o elevada sobre gradas, coronada por un capitel del que pueden salir distintas figuras a modo de gárgolas. Con frecuencia esta columna aparece personalizada con escudos del señorío y adornos alusivos a la administración de la justicia.
Hay que distinguir entre el rollo como símbolo de jurisdicción (señorial, municipal o real), y la picota, como lugar de ejecución de penas corporales leves que llevaban aparejada la exposición a la
vergüenza pública. La costumbre de utilizar para este fin la misma columna del rollo, pudiera explicar la tendencia al uso indistinto de unos términos que el lenguaje popular convirtió en sinónimos.
Boadilla del Camino (Palencia) |
El 26 de Mayo de 1813, las Cortes de Cádiz promulgaron un decreto por el cual ordenan quitar o derruir estas construcciones por considerarlas símbolo de vasallaje de un régimen de opresión de los señoríos jurisdiccionales, pero parece ser que esta orden no se cumplió a rajatabla, ya que hoy podemos disfrutar de estos rollos en muchos lugares de España, sobre todo en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León
.
“Chapiteles, los de Burgos
vidrieras, las de León,
reloj, el de Benavente
y rollo, el de Villalón”
Rollos en Castilla y León
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