En torno a una mesa de madera
se hacían otras cosas aparte de comer: Se escogían las lentejas y los titos, se
planchaba la ropa, se amasaba el pan…..
Estas tareas llevaban implícitas un ritmo que
daba pie a una base para desarrollar un canto de trabajo que de alguna manera
hacia más llevadera la monotonía de dicho trabajo. Así el amasado del pan dio pie
al “toque de las panaderas”, que valiéndose de la mesa de amasado y de los golpes dados en ella con las manos,
constituye lo que popularmente se conoce
como “panaderas”.
Este toque junto con el
cántico de trabajo asociado a él, se encuentra muy repartido por toda la
Península.
Panaderas de Grijota
teneís garbo de trigal
la alegría de la jota
y la gracia de su sal.
Y a la entrada de Oviedo y a
la salida
hay una panadera cuánto me
mira.
Ay, qué panadera.
Ay, qué panaderilla, el alma
me lleva.
Ya vienen las panaderas
por las calles de San Juan
engañando a los chiquillos
cuatro perras vale el pan.
Dime panaderita, panaderita
como va el trato,
la harina va subiendo
y el pan barato
La técnica para el ritmo de panaderas suele ser casi siempre
igual:
1.
Extendemos la palma de la mano encima de la
mesa
2.
Golpe con el puño sobre esa mano
- Vuelta y vuelta de la mano que extendimos al
principio
4.
De nuevo puño sobre la mano al igual que
en el paso 2
5.
Puño sobre la mesa
6.
Palmada
7.
Golpe con mano extendida en la mesa
Repitiendo el ciclo completo
continuamente.
En Internet se pueden encontrar varios tutoriales con vídeos para aprender a tocar el ritmo de Las Panaderas.
En Internet se pueden encontrar varios tutoriales con vídeos para aprender a tocar el ritmo de Las Panaderas.
En los años de racionamiento
y hambre, el toque de panaderas también sirvió como juego, para entretener la
gazuza que se pasaba, mientras se
esperaba sentado en torno a la mesa para dar un bocado a lo poco que había para
comer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario