lunes, 7 de julio de 2014

BRINDIS CON VINO





























Parece ser que donde comenzó a cultivarse la vid de una forma intensiva fue en la antigua Mesopotamia, pero fueron los fenicios los que la introdujeron en España junto al olivo. Luego siguieron griegos y romanos.
Con la caída del Imperio Romano 476 d.C. y las invasiones bárbaras el cultivo de la vid fue reducido aunque no llegó a desaparecer, por el contrario en España con la invasión musulmana en el año 711 d.C. y pese a que el Corán prohíbe el consumo de alcohol, el viñedo eleva sus hectáreas de cultivo.
Pero el auge del vino fue gracias a la religión cristiana ya que la sangre de Jesucristo fue asumida al vino. Los grandes maestros del vino no fueron otros que los frailes y monjes de la edad media, en ellos nacieron vinos como el Champagne.
Así el vino ha estado ligado a nuestra cultura y nuestras tradiciones, siendo protagonista  principal de comidas y cenas, compañero de fiestas, animador de reuniones y elixir de la garganta cuando está se encontraba seca. Con él y por él se han hecho innumerables “brindis”.
 En nuestra lengua brindis es la acción de brindar y también lo que se dice al brindar; en este segundo sentido puede consistir en una simple exclamación, en una alocución espontánea e improvisada, o en un discurso poético conocido de memoria por quien brinda.
Asi que sea en vaso o en copa, en porrón o en bota, aquí van unos brindis cortos para quien los quiera usar. ¡Salud compañeros!

-¡Oh vinillo jerezano,
hijo de la parra tuerta,
tú que te quieres meter
y yo que te abro la puerta!

-Con este vaso de vino
que tomo en esta reunión
parece que tengo en mis manos
un tesoro superior.
Es tanto lo que me gusta
que siento que se me acabe
porque no habrá en la reunión
quien otro vaso me pague...

-Por el vino el que bebe se emborracha,
el que se emborracha, duerme,
el que duerme no peca,
el que no peca va al cielo,
si por el vino al cielo vamos,
bebamos.

-Por esta copa cristalina
tengo que beber el vino
para que de hoy en un año
tengan los novios un niño

-Brindo por el vino,
brindo por el blanco,
tinto y clarete,
y por Noé
por ser el santo que al vino
primero le dio el ser.

-Por ellas, por las más bellas
por las del culo ancho y cuello estrecho,
por las que nos ofrecen sus labios desinteresadamente,
aunque estén llenas de telarañas,
por ellas, por las botellas.

-Un gato subió a una parra
y la parra abajo vino;
y vino sobre nosotros
y sobre nosotros ¡vino!

-Vino, vinillo, sano alimento.
¿Que haces ahí fuera?, vente pa’dentro.

-Vino de la cepa albilla
que entra por la boca
y sale por la pichorrilla

-El vino blanco es mi primo,
el tinto, mi pariente,
no hay bodega en el Bierzo
donde no encuentre a mi gente.


-Vino vinin, de la copa copin,de la cantincopa.
El que no diga tres veces:
Vino vinin, de la copa copin,de la cantincopa,
no beberá ni gota.

¿De dónde eres?
De Villarramiel.
¿Vecino?
De Gibraltar
¿Dónde tienes la casa?
En la plaza.
¡¡Caramba!! Junto a mi casa.
¿ la viña?
En la cuesta.
¡¡Caramba!!, junto a la nuestra
¿Cómo se llama tu mujer?
María.
¡¡Caramba!!, como la mía.
¿Y tu hermana?
Ana.
¡¡Caramba!!, como mi hermana.
Y cómo es que siendo de Villarramiel
vecino de Gibraltar; teniendo la casa en la plaza,
caramba junto a mi casa; y la viña en la cuesta,
caramba junto a la nuestra; y llamándose tu mujer María,
caramba como la mía, y tu hermana Ana,
caramba como mi hermana.
¿Por qué no nos conocíamos?
Porque no bebíamos.

Para que nos conozcamos, BEBAMOS.


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