viernes, 23 de mayo de 2014

LOS QUINTOS Y LA MILI




Hoy nos  parece lejano en el tiempo haber hecho “ la mili”, pero hasta el año 1999 no se declaró la suspensión del Servicio Militar Obligatorio y  la Prestación Social Sustitutoria.
“La mili”, siempre fue polémica. Para unos suponía un “cambio de aires”, aprender a leer y a escribir, sacarse el carnet de conducir automóviles y otros tipos de formación, conocer mundo y relacionarse con gente de otras regiones del país. A otros les ocasionaba un verdadero quebradero de cabeza. Se les partía la vida, perdían el trabajo o los estudios. La movilidad geográfica producía penosos gastos a las familias… Y eso sin mencionar los innumerables accidentes en cuarteles y campos de maniobras, muchos de ellos mortales.
En los tiempos más actuales, la mili suponía una perdida absoluta de tiempo, pues por regla general se aprendía muy poco y en cambio se cogían muchos vicios (alcohol, tabaco, juego…).Eso sin contar el ordeno y mando más absoluto que existía desde que entrabas en los cuarteles y que te relegaba  a hacer las tareas más ingratas (muchas veces humillantes), obedeciendo órdenes de tus superiores.





Los quintos eran los mozos nacidos en un mismo año y que se debían de incorporar al ejército al año siguiente de ser llamados a filas. Se entraba  en quinta en el año anterior al de ingreso en el servicio, en teoría; así, por ejemplo, los llamados para comenzarlo en el 78, eran quintos del 77.
El rey Carlos III  el 3 de noviembre de 1.770 dictó una Ordenanza en la que uno de cada cinco jóvenes en edad militar (las Quintas), entre los 18 y los 40 años, mediante sorteo, tendrían que incorporarse cada año al Ejército.

"Vamos los quintos parriba
que nos llaman las campanas
que nos van a sortear
a las diez de la mañana"

"Los quintos se han sorteado
 y ya muy pronto se irán
se los llevan a la guerra
 quien sabe si volverán"

Después de la Constitución de 1876, se crean unas exenciones al servicio militar que a la larga provocarán tumultos sociales, son las exenciones de cuotas y los sustitutos,  que permitían a las clases adineradas librarse del servicio militar mediante el pago de cuotas o mediante un sustituto.
"Si te toca, te jodes,
que tú tienes que ir,
que tu madre no tiene
para librarte a ti."

"Pa que los crean más hombres
riendo van y cantando
alegres están por fuera
y por dentro van llorando"

Finalizada la guerra civil, la ley de 8 de Agosto de 1940 eliminó la diferencia de clases, cuotas o sustitutos, estableciendo un servicio militar sin distinción en la que los mozos de 19 años quedaban afiliados en su ayuntamiento, al año siguiente pasaban a la Caja de Reclutas de su provincia para ser sorteados, estableciéndose un periodo activo de 2 años que posteriormente fue rebajado.



Los quintos desde antes de medirse, hasta su incorporación a filas, organizaban fiestas y juergas en las que ocupaba lugar preferente la música, bebida y comida. Muchas noches de juerga hasta el día de la medición que, tras el acto formal al que asistían autoridades y familiares, continuaban con sus juergas hasta llegado el día que eran llevados a sus destinos para hacer la mili.

“Ya se van los quintos madre
ya se va mi corazón
ya se va quien me tiraba
chinitas a mi balcón”

"Las madres son las que lloran
que las novias no lo sienten
se van con otros zagales
se rien y se divierten"





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