Dejando
atrás discusiones y polémicas sobre fiestas de toros, corridas y encierros, lo
cierto es que el folclore y en especial la música, está surtida de amplias
composiciones taurinas. Romances, coplas y sobre todo pasodobles, hacen alusión
a toros y toreros por toda la Península Ibérica.
Pero
hoy nos ocuparemos de las coplas taurinas, coplas en su mayoría compuestas por
poetas que el pueblo absorbe y las hace suyas, pasando
el
autor al olvido debido a la popularidad de la creación.
Hay
coplas dedicadas a los encierros:
“Los toros de Torrejón
dicen que se han escapao
por el camino Getafe,
¡vaya paso que han llevao”
“Levántate pamplonica
levántate y pega un brinco,
que acaban de dar las cinco
y el encierro es a las seis.
Y el que se levante para las seis
delante los toros correrá
San Fermín que todo lo ve,
te bendecirá, te bendecirá.
Otras a
las corridas de toros:
“Ya está el torito en la plaza
y el torero en la barrera,
y la dama en el balcón
diciendo que el toro muera”
Otras a
las ferias y fiestas:
“Todos quieren que haya toros,
porque si no los hubiera,
se quedaría muy triste
la Virgen de la Salceda¨
Son
características las coplas taurinas amatorias:
“Echa una suerte al toro
y otra a la vaca,
y otra “pa” mi morena
que está en la plaza”
Y las
dedicadas a los toreros:
“Manolete se acabó
entre los cuernos de Islero
y el mundo entero lloró,
que ha muerto el mejor torero
que a Córdoba le nació”
Al hablar de coplas ligadas al mundo del toro,
nos hace pensar en bandas de música y en los pasodobles toreros; pero hay otra
música con raíces taurinas hoy prácticamente desaparecida. Nos referimos a las
conocidas como toreras.
Las
toreras, son canciones tradicionales con
temática taurina en todas sus vertientes, cantadas casi siempre sin acompañamiento instrumental en diferentes
momentos, por ejemplo, durante las corridas o las capeas; también mientras se
esperaba el inicio de los festejos taurinos para entretener a la gente y, de
paso, ir subiendo la tensión en el
ambiente pre-taurino; o mucho antes, cuando los jóvenes iban andando a por los
toros que habrían de traer hasta el pueblo para lidiarse en dichos festejos.
Podemos
decir en general, que con el nombre de toreras se hace referencia a las
canciones o tonadas que se interpretaban las vísperas o durante el día del
festejo taurino.
A
principios del siglo XX la Copla se consolida como un género con identidad
propia dentro del cante popular español. Ya Federico García Lorca y la
Generación del 27 mantuvieron una estrecha relación cultural con la copla y sus
artistas. De hecho Federico rescató del olvido coplas (algunas con temas
taurinos) como Los cuatro muleros, En el café de Chinitas, Los Peregrinitos o
Anda Jaleo.
En la
España dividida durante la Guerra Civil se oían las mismas coplas en ambos
bandos, y una vez finalizada la contienda continuó siendo un género
muy
popular.
La
Dictadura franquista acoge en su ideología elementos populistas, que le sirven
para formar la cultura del régimen. Fomenta y reserva un lugar de
honor a
los toros y la copla que gozan de la pasión del pueblo.
Es de
sobra conocido el gusto de Franco por la copla y las actuaciones de las
Tonadilleras (las llamadas folclóricas) en las celebraciones del El Pardo.
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