domingo, 29 de diciembre de 2013

Pedir el Aguinaldo

Gracias a mi buen amigo Pablo Zamarrón
Entre el amplio repertorio de piezas folclóricas, costumbres y tradiciones navideñas, nos encontramos con la de “pedir el aguinaldo”.
En muchos pueblos  se ha conservado la costumbre de pedir y dar "el aguinaldo" durante las fiestas de Navidad y más concretamente los días de Año Nuevo y Reyes, con diferentes variantes, aunque el fin es siempre el mismo: recibir en forma de especie regalos navideños, generalmente consistentes en alimentos y bebidas, para lo cual se canta delante de la puerta de los vecinos un villancico, un romance o una copla. Son cantos denominados "petitorios", emparentados en muchos lugares con "Las Marzas".
Los niños salen a recorrer las calles del pueblo pidiendo casa por casa, siguiendo una antigua costumbre que habían visto practicar a sus hermanos mayores, cantando letras también tradicionales como ésta:

“Dame los aguinaldos
si me los quieres dar
porque mañana es fiesta
y tengo mucho que andar”
(Torquemada, Palencia)


Al llegar ante la puerta de cada casa se cantaba sin interrupción y tanto más fuerte cuanto más tardaban en abrir la puerta. Las amas de casa, generosas o tacañas, dejaban entrar a los niños al portal de la casa y distribuían frutas, dulces, frutos secos o dinero. Ordinariamente daban frutas típicas de Navidad o de los que se recolectaban en el pueblo: nueces, almendras, pasas de ciruela, higos, castañas, galletas, caramelos, chocolate y otros dulces. Si los dueños de la casa no abrían la puerta o no daban aguinaldo, se les cantaba alguna estrofa alusiva a su comportamiento:

"Aguinaldo te he pedido
no me lo has querido dar,
permita Dios te se seque
la tripa del cagalán"
(Extremadura)

Luego, una vez recorrido todo el pueblo, casa por casa, siempre en el mismo orden y cantando a voz en grito, cada niño se retiraba a la suya a vaciar la cesta o el capazo y a separar todo lo que se había ido mezclando durante el recorrido de postulación ya que en cada casa les daban cosas distintas.
No sólo los niños practicaban esta costumbre, también salían a pedir el aguinaldo los pastores que en el pueblo cuidaban de los diversos rebaños de ovejas y vacas. Desde muy temprano pasaban por las casas de los amos del ganado que guardaban a pedir el aguinaldo.

En el pueblo de Camasobres (Palencia), la noche del 31 de diciembre, los mozos se reunían en la casa del Mayordomo de la Cofradía  y salían a pedir el aguinaldo por todas las casas del pueblo, comenzando por la del señor cura.
Recibían chorizos, tocino, huevos y otras viandas que eran utilizadas para cenar esa noche y comer el Día del Año.







 En otros pueblos como San Felices de Castillería (Norte de Palencia), era la noche de la víspera de Reyes cuando los mozos salían a pedir el aguinaldo. Iban todos juntos a ritmo marcado por el tambor y llegando a la casa de cada vecino, el Mayordomo preguntaba: ¿Son ustedes gustosos de que les cantemos los Reyes?
Terminados de cantar los Reyes(romance muy arraigado en todo el país), recibían chorizo, tocino, queso, miel, garbanzos y porrones de vino que compartían con los moradores de la casa.
Con lo obtenido se realizaba una comida el día 6 de Enero.

El ambiente popular durante las fiestas de  Navidad estaba preparado para que todos y sobre todo los niños celebrasen esos días, con plena participación pues ellos estaban acostumbrados a organizarse sus propias diversiones y juegos como lo habían hecho las generaciones anteriores sin el recurso de la televisión o de los videojuegos.






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