domingo, 20 de octubre de 2013

LA VENDIMIA


Prácticamente todos los pueblos de la Antigüedad hicieron vino, aunque con técnicas muy distintas a las de hoy. Lo que sí sigue igual es el proceso de recogida de la uva, la vendimia, que se realiza cada año en casi todas las regiones de nuestro país.
De hecho, la uva fue la primera fruta cultivada por el hombre y, desde entonces, le rendimos culto en todas sus formas. Recién recolectada como fruta fresca, fermentada como vino o vinagre, deshidratada como fruto seco... Incluso de sus semillas, prensadas, se obtiene un aceite con propiedades gastronómicas y cosméticas.

Con los meses de septiembre y octubre llega el otoño, y también la recolección de la uva, la vendimia se realiza cuando las uvas tienen el grado de maduración suficiente, sin llegar a la sobre maduración.
La operación de la vendimia se realiza por corte a mano con una cuchilla curva llamada "corquete" o “tranchete”. El vendimiador coloca su mano izquierda bajo el racimo y con la otra mueve la cuchilla  en sentido ascendente contra el extremo del raspón. El racimo cae suavemente sobre su mano y lo pasa a los cestos de recogida, que son envases troncocónicos, de unos 20 Kg. de capacidad, abiertos en su trenzado, pues son de hebras de castaño entrelazadas y en algún caso de mimbre. Recientemente los hay de goma, de igual forma y capacidad.
Antiguamente, una vez llenos de uva los cestos se llevaban hasta el punto donde estaban situadas las comportas, que son envases de madera de 100 Kg. de uva de capacidad. Y estas comportas, a su vez, eran cargadas en caballerías, en carro o en remolque. Actualmente la carga y transporte es en remolques tirados por tractor.

Es muy importante para la calidad del vino el tiempo que transcurre desde que se corta la uva hasta que ésta entra en la bodega. Cuanto menor sea ese tiempo, más probable es que el vino sea de gran calidad.
El proceso de la recogida de la uva también se puede hacer de forma mecánica, sin embargo, toda mecanización conlleva sus desventajas: las máquinas no recogen la uva entera y a menudo rompen muchos granos, lo que puede desembocar en un proceso de vinificación de menor calidad. Por eso, la vendimia tradicional sigue teniendo fervorosos defensores, sobre todo los agricultores que quieren mantener vivo el campo, repitiendo un proceso ancestral que recuerda otros tiempos y que hace recordar que el campo sigue vivo.

Antes, la vendimia suponía la concentración de gentes de la comarca y de fuera de ella: los vendimiadores venían de diferentes lugares, favoreciendo el intercambio cultural y folclórico, sonando distintos cantos de trabajo (cantos de vendimia) mientras se hacía la faena de la recolección de la uva.

-VENIMOS DE VENDIMIAR
DE LA VIÑA DE MI "AGUELO"
Y NO NOS QUIERE PAGAR,
PORQUE HEMOS ROTO EL PUCHERO-

-YA SE VA PONIENDO EL SOL
VENIMOS DE VENDIMIAR
QUE NOS DEN LO PROMETIDO
UN CESTILLO Y EL JORNAL-

Cada año, la vendimia se encargaba de cerrar la temporada de cultivo de la vid; y tras el trabajo, tocaba celebrar la buena cosecha por todo lo alto, organizándose bailes y fiestas al acabar de vendimiar.

Actualmente las fiestas de la vendimia se realizan en muchas localidades de España, siendo una muestra del carácter y las costumbres populares típicas del mundo del vino.




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