sábado, 27 de julio de 2013

De curas y frailes



En tiempos pasados, cuando muy poca gente tenía conocimientos culturales y mayormente el analfabetismo estaba a la orden del día, los refranes, los dichos y las coplas se transmitían oralmente. Así las criticas sociales a los distintos estamentos y personajes públicos, se difundían bien con coplas o con decires, de boca en boca entre el pueblo llano.
De estas críticas no se escaparon los curas y los frailes. En una sociedad eminentemente agrícola y ganadera, se creía que el que no trabajaba en estas labores era un holgazán, una persona improductiva y parasita de pueblos y ciudades. Así se inventaron chanzas, bromas y todo tipo de burlas para ciertos colectivos. Uno de ellos ha sido el clero y en especial curas y frailes. La historia popular, la historia literaria y la historia real están plagadas de hijos de curas y frailes falderos, de clérigos glotones y vagos y el pueblo no ha dudado en reírse abiertamente de ellos. Veamos algunos ejemplos de coplas que han llegado hasta nosotros:


            Con los curas  a oscuras
            nunca te quedes,
            porque aunque tienen faldones
            no son mujeres.

            A la lumbre y al fraile,
            no hay que hurgarle;
            porque la lumbre se apaga
            y el cura se arde.

            Siempre cuando muere un fraile
            cantando van los demás:
            ahora un hermano menos
            ahora una ración más.

            Un fraile me pidió un beso
            y no se lo quise dar,
            porque los besos de fraile
            son como huevos sin sal.

            Para que quiere el cura
            perros de caza
            si el conejo que busca
            lo tiene en casa.

Si los curas comieran
chinas del rio
no estarían tan gordos
los tíos jodidos.

El cura de Polaciones
y el sacristan de Ramales
hacen los hijos a medias                                      
y los reparten a pares.
Chiste de la Revista "La Traca" de 1931

Las iglesias son comercios
y los curas comerciantes,
y al toque de las campanas
van los hombres ignorantes.


Dicen que los curas duermen
con las hijas de María
¡no vaya a ser que la Virgen
tenga nietos algún día!

Fuentes: Coplas y cantares populares de Germán Diez de Barrio
Cancionero popular de José Calles Vales
Crítica social en las coplas populares de Gonzalo Ortega Aragón 

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