Antes
de que el tractor sustituyese al arado y el transistor a la voz humana, hubo un
tiempo en que por los campos de Castilla (y en general de España entera), se
veía al labrador tras la pareja de mulas
o bueyes, acompañarse de melodías que le hacían más grata la faena, así cada
labor agrícola o ganadera tenía su propio canto.
Los
cantos de trabajo son el compañero leal del segador que cruza Castilla en el
estío, del labrador que siembra su tierra en el otoño o de los mozos que, entre
risas y flores, van al molino cada tarde, cuando el verano ya cae. Según su
nacimiento y según sus características reciben nombres diferentes, así son
Aradas las que se cantan tras la pareja y el arado, son Cantares de trilla los
que se desgranan en las eras, son Tonadas de acribar el muelo las que se
entonan al ritmo del movimiento del cedazo, son Cantos de segadores aquellos
que se lanzan al viento mientras se cercenan las mieses ya maduras...Del mismo
modo que vemos una gran variedad de tipos hallamos, igualmente, un amplio
abanico de actitudes y condiciones, desde la canción desenfadada, festiva,
hasta el recio son de réplica social o la dulce tonada amorosa.
Ya se va aponer el
sol Ya se va a
poner el sol
detrás de esa
cotorrera detrás
de esa cotorrilla
se entristecen los
amos iremos en
casa el amo
y se alegran las
obreras que nos de
la pesetilla
(Eusebia Ibáñez,
Villovieco (Palencia)
Los
cantos de trabajo son esencialmente una muestra de comunicación oral producto de una verdadera improvisación en su nacimiento, nacen como fruto de una
situación y perduran aquellos que producen un mayor impacto o repercusión y el
pueblo mismo señala los límites y las características de cada canción. Son de
ritmo libre, muy propicio para la improvisación, basándose su melodía en modos antiguos propios de nuestro
carácter. Si a los romances, las canciones, las coplas...podemos fijarlos e
incluso, difundirlos por escrito, los cantos de trabajo pierden toda su fuerza,
condición y esencia cuando los desplazamos de su medio de expresión propio: El
medio rural y las diferentes faenas del campo.
Fuentes:
Cancionero de Palencia II de Joaquín Diaz
Cancionero de Palencia II de Joaquín Diaz
García Mateos, Ramón Revista de Folklore
Cancionero de Agapito Marazuela
Cancionero de luis Guzmán Rubio
Cancionero de luis Guzmán Rubio
Internet
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