Las tabernas y cantinas en épocas pasadas, no eran un
negocio muy rentable. Los impuestos a los que estaban sometidas y el riguroso
control de los precios del vino y licores fijados por los funcionarios
municipales, eran los culpables del escaso margen de ganancias de taberneros y
cantineros.
Así que surgió la picaresca de bautizar el vino
o de sisar el contenido de las jarras a los clientes, es decir echar agua al
vino y por otra parte quitar parte del contenido de los envases, siendo su
cantidad menor de la que tenía que ser.
Y claro, el
pueblo enseguida hizo chanzas y coplas sobre estos hechos, y el tabernero y su
mujer, pasaron a ser protagonistas de esta cultura popular:
Tabernero,
tabernero,
dame
vino y no eches agua
más
vale que cante yo
que
no que cante la rana
Los
curas y taberneros
son
hombres del mismo oficio:
los
curas bautizan niños
los
taberneros el vino
Como la taberna muchas veces era atendida por la
mujer del tabernero, a ella iban dirigidas muchas veces las coplas:
Gasta
la tabernera pendientes de oro,
los
caños de la fuente lo pagan todo
Tiene
la tabernera tras de la puerta,
la
pila del bautismo sin ser iglesia
Y hasta el mismo Francisco de Quevedo escribió
sobre esto:
Manzanares,
Manzanares,
arroyo
aprendiz de rio,
más
agua trae en un jarro,
cualquier
cuartillo de vino
Las autoridades intentaron poner remedio a los
abusos de los taberneros, así por ejemplo en el Fuero de Teruel existen numerosas referencias sobre este asunto:
El artículo
108 dice que el Almotacén será el inspector de los taberneros, comprobando la
calidad y la medida y, en caso de que la medida sea inexacta, dice el artículo
114 que debe cobrar cinco sueldos de multa y romper la medida en presencia de
todos.
El artículo
530 dice que si algún tabernero y demás vendedores, no cumple las ordenanzas
del Concejo, pagará treinta sueldos de multa y un año de cierre del
establecimiento.
El artículo
539 dice que, aquél que por la llegada del Rey a la Villa, encarezca los
precios perderá el producto encarecido y pagará de multa treinta sueldos para
el Juez, los Alcaldes y el demandante.
En fin, antes se aguaba el vino y ahora se da
garrafonazo en los cubatas, como se ve la historia no ha cambiado mucho……..
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