viernes, 10 de febrero de 2017

Antruejos,carnestolendas y carnavales




Los carnavales que hoy conocemos poco tienen que ver con los antruejos y carnestolendas de antaño.
La definición de antruejo y carnestolendas hace referencia a los tres días anteriores a la entrada de la Cuaresma, días de bullicio, mascarada, jolgorio, diversión, carnalidad, picaresca, etc.

La palabra carnaval se tomaría del concepto cristiano de la fiesta (validez de la carne ante la Cuaresma), ya que partiendo de una idea semejante se forman dos grupos: el de las Carnestolendas tiempo de privación de carne (tollere) en latín, y obligación de ayuno; y el de Antruejo y otras acepciones similares en portugués y gallego, como tiempo previo a la Cuaresma y por lo tanto de permitido consumo carnal.
Carnestolendas se menciona como palabra usada por los mozárabes y por los cortesanos castellanos ya en el siglo XIII con pequeñas variantes. Posteriormente en el siglo XIV se usa el término “carnal” para designar a estas celebraciones, derivando a lo largo del XVI hacia el término carnaval de clara procedencia italiana “carnevale “.
En cuanto a la palabra Antruejo , entroido, entrudo etc , tan común en viejos textos literarios y con curiosas variantes dialécticas que aun en nuestros días se conservan ,se ha visto como descendiente directo de la palabra latina "introitus".

Las fiestas de carnaval tienen componentes reivindicativos, críticos y burlescos mantenidos a lo largo de los siglos con las lógicas transformaciones de modas y nuevas costumbres, sorteando prohibiciones e impedimentos impuestos por la Iglesia y los gobiernos, especialmente durante la dictadura de Franco.
El pueblo decidió dar rienda suelta a sus instintos y desahogarse comiendo, bebiendo, bailando y fornicando. Luego vendría la Cuaresma con días de ayuno, oración y mortificación.

Lo que parece claro, es que nuestro carnaval hereda muchos componentes de algunas fiestas romanas y medievales tales como inversión de papeles en la sociedad, días dedicados a mujeres, hombres, quintos o mozos, aparición de personajes peculiares (botargas, zancarrones, cipoteros, peropalos y un largo etc.)
La opinión generalizada entre los estudiosos de los ritos y las fiestas, es que este tiempo de antruejo o carnestolendas coincide básicamente con el ciclo festivo de invierno, es decir que el carnaval no empezaba el jueves anterior al domingo gordo (jueves lardero)  y acababa el miércoles de ceniza, sino que el periodo carnavalero comenzaba más o menos en torno a las fiestas de San Antón (“Por San Antón carnestolendas son”) y se prolongaba incluso hasta días después de la Cuaresma (Domingo de Piñata).

Lamentablemente los tiempos modernos han convertido muchos carnavales españoles en un desfile de carrozas con sus correspondientes bailarines y bailarinas acompañados por ritmos de salsa y samba, transformándose en una lastimosa imitación de los
carnavales brasileños.