martes, 4 de octubre de 2016

Las panaderas



En torno a una mesa de madera se hacían otras cosas aparte de comer: Se escogían las lentejas y los titos, se planchaba la ropa, se amasaba el pan….. Estas tareas llevaban implícitas un ritmo que daba pie a una base para desarrollar un canto de trabajo que de alguna manera hacia más llevadera la monotonía de dicho trabajo. Así el amasado del pan  dio pie  al “toque de las panaderas”, que valiéndose de la mesa de amasado  y de los golpes dados en ella con las manos, constituye  lo que popularmente se conoce como “panaderas”.
Este toque junto con el cántico de trabajo asociado a él, se encuentra muy repartido por toda la Península. 

Panaderas de Grijota
teneís garbo de trigal
la alegría de la jota
y la gracia de su sal.


Y a la entrada de Oviedo y a la salida
hay una panadera cuánto me mira.
Ay, qué panadera.
Ay, qué panaderilla, el alma me lleva.


Ya vienen las panaderas
por las calles de San Juan
engañando a los chiquillos
cuatro perras vale el pan.
Dime panaderita, panaderita
como va el trato,
la harina va subiendo
 y el pan barato

La técnica para  el ritmo de panaderas suele ser casi siempre igual:
1.     Extendemos la palma de la mano encima de la mesa
2.    Golpe con el puño sobre esa mano
  1. Vuelta y vuelta de la mano que extendimos al principio
4.    De nuevo puño sobre la mano al igual que en el paso 2
5.     Puño sobre la mesa
6.    Palmada
7.     Golpe con mano extendida en la mesa
Repitiendo el ciclo completo continuamente.
En Internet se pueden encontrar varios tutoriales con vídeos para aprender a tocar el ritmo de Las Panaderas.


En los años de racionamiento y hambre, el toque de panaderas también sirvió como juego, para entretener la gazuza que se pasaba,  mientras se esperaba sentado en torno a la mesa para dar un bocado a lo poco que había para comer.