miércoles, 1 de junio de 2016

Coplas, toros y toreras



Dejando atrás discusiones y polémicas sobre fiestas de toros, corridas y encierros, lo cierto es que el folclore y en especial la música, está surtida de amplias composiciones taurinas. Romances, coplas y sobre todo pasodobles, hacen alusión a toros y toreros por toda la Península Ibérica.
Pero hoy nos ocuparemos de las coplas taurinas, coplas en su mayoría compuestas por poetas que el pueblo absorbe y las hace suyas, pasando
el autor al olvido debido a la popularidad de la creación.
Hay coplas dedicadas a los encierros:

“Los toros de Torrejón
dicen que se han escapao
por el camino Getafe,
¡vaya paso que han llevao”

“Levántate pamplonica
levántate y pega un brinco,
que acaban de dar las cinco
y el encierro es a las seis.
Y el que se levante para las seis
delante los toros correrá
San Fermín que todo lo ve,
te bendecirá, te bendecirá.

Otras a las corridas de toros:

“Ya está el torito en la plaza
y el torero en la barrera,
y la dama en el balcón
diciendo que el toro muera”

Otras a las ferias y fiestas:

“Todos quieren que haya toros,
porque si no los hubiera,
se quedaría muy triste
la Virgen de la Salceda¨

Son características las coplas taurinas amatorias:

“Echa una suerte al toro
y otra a la vaca,
y otra “pa” mi morena
 que está en la plaza”

Y las dedicadas a los toreros:

“Manolete se acabó
entre los cuernos de Islero
y el mundo entero lloró,
que ha muerto el mejor torero
que a Córdoba le nació”

Al  hablar de coplas ligadas al mundo del toro, nos hace pensar en bandas de música y en los pasodobles toreros; pero hay otra música con raíces taurinas hoy prácticamente desaparecida. Nos referimos a las conocidas como toreras.
Las toreras, son canciones tradicionales con temática taurina en todas sus vertientes, cantadas casi siempre  sin acompañamiento instrumental en diferentes momentos, por ejemplo, durante las corridas o las capeas; también mientras se esperaba el inicio de los festejos taurinos para entretener a la gente y, de paso, ir subiendo  la tensión en el ambiente pre-taurino; o mucho antes, cuando los jóvenes iban andando a por los toros que habrían de traer hasta el pueblo para lidiarse en dichos festejos.
Podemos decir en general, que con el nombre de toreras se hace referencia a las canciones o tonadas que se interpretaban las vísperas o durante el día del festejo taurino.

A principios del siglo XX la Copla se consolida como un género con identidad propia dentro del cante popular español. Ya Federico García Lorca y la Generación del 27 mantuvieron una estrecha relación cultural con la copla y sus artistas. De hecho Federico rescató del olvido coplas (algunas con temas taurinos) como Los cuatro muleros, En el café de Chinitas, Los Peregrinitos o Anda Jaleo.
En la España dividida durante la Guerra Civil se oían las mismas coplas en ambos bandos, y una vez finalizada la contienda continuó siendo un género
muy popular.
La Dictadura franquista acoge en su ideología elementos populistas, que le sirven para formar la cultura del régimen. Fomenta y reserva un lugar de
honor a los toros y la copla que gozan de la pasión del pueblo.

Es de sobra conocido el gusto de Franco por la copla y las actuaciones de las Tonadilleras (las llamadas folclóricas) en las celebraciones del El Pardo.